Es un castillo que ha sido transformado en Hotel y desde el momento en que entras te reciben con una amabilidad extrema. Todo el personal es muy amable y desde el primer momento ya te dicen que puedes ir a inspeccionar el castillo por todas las áreas para que lo conozcas.
El castillo, aparte de las habitaciones para los huéspedes, todas grandes, cómodas y claras, tiene biblioteca, bar y comedor en zonas nobles del castillo. Incluso tiene habilitada la antigua capilla del hotel ( para celebrar bodas ). Todo es fantástico y muy acogedor. También tiene, aunque parezca increíble una zona de spa con un jacuzzi, baño de vapor y sauna. Nuestra habitación era inmensa, tenía una cama con dosel y un baño inmenso en un nivel superior de la misma.
Además está situado en un magnífico entorno, aunque eso si, te obliga a cenar en el restaurante del Hotel ya que no tiene ninguna población cercana. Puedes escoger entre dos menús, uno de más económico y normal y otro de más caro y sofisticado que se sirve en el salón de armas.
Fue nuestra última noche después de un viaje maravilloso por Escocia disfrutando de sus paisajes, castillos, costumbres, etc., y no pudimos tener mejor final para el recuerdo.

Nos alojamos en este hotel, durante 3 días...fué un regalo de mí pareja para profundizar en mis orígenes.
La primera decepción vino cuando nos dijeron que no disponían de servicio de transfer a Edimburgo, ni al pueblo más cercano, que el desplazamiento tendría que ser a pie o en taxi...el recepcionista un español de Granada, que apenas sabía ingles y que le costaba trabajo hablar en castellano(increible)carecía de la información básica que uno espera en un sitio así...la habitación en un torreón en la parte más alta del castillo, tropecientas crujientes escaleras, sin ascensor....el restaurante "económico" carísimo, pero obligado no hay ningún otro sitio donde ir salvo un pueblo a más de 5 millas. y para colmo, nuestra segunda noche, imposible dormir por la celebración de una boda.
Magnífico entorno, preciosos paisajes, eso innegable.

El lugar es maravilloso y el castillo es fabuloso.Estuvimos en una habitación temática, realmente linda, con cama como de reyes y decorado al tono.
Pero la atención no es nada buena. Al llegar, un día de lluvia y sabiendo que estamos en el medio de la nada en plena campiña escocesa,antes de decirnos bienvenidos, nos dicen que debemos dejarle la tarjeta de crédito porque debemos dinero. Estaba todo pago 6 meses antes. Nosotros pedimos que se comuniquen con nuestro agente personal de viaje, que jamás tuvimos un problema. Nos insisten en que dejemos la tarjeta de crédito y no llaman ni tratan de confirmar el pago. Al final viene una encargada que nos dice que podemos ir a la habitación, pero no nos aclaran nada, quedamos como que debíamos dinero. Al correr de la tarde bajamos a preguntar si habían confirado el pago, y nos dicen que "fue una confusión" NI DISCULPAS NI NADA POR EL MAL MOMENTO QUE NOS HICIERON PASAR.
El resto de la estadía estuvo bien.
Cenamos en el Dangeon R. pero el mozo no sabía explicarnos que eran los diferentes platos del menú.
Deberían mejorar mucho la atención a los clientes ya que es un lugar hermoso y cobran bastante caro.