Es muy fácil de resumir: en todo, EXCELENTE. Fuimos de vacaciones en familia para realizar el Camino de Santiago, y paramos en Arzúa, donde nos alojamos en el Pazo de Santa María. Las instalaciones son espectaculares, por su belleza, conservación y limpieza. La atención del personal, inmejorable; nos fueron a recoger al pueblo después de caminar durante > 20 Km, llevándonos al Pazo en furgoneta, y posteriormente a lo largo de la tarde volviéndonos a acercar al pueblo y trayéndonos de vuelta cuando quisiéramos, simplemente llamándoles por teléfono. El restaurante es precioso, muy acogedor, y la comida y el desayuno sencillamente exquisitos. Ni un pero a este magnífico establecimiento, del que muchos otros de la zona tendrían que aprender.