Cierto que hay lejanía del pueblo, unos 8 a 10 km pero ese pequeño inconveniente, si puede llamarse así, lo encontrarás suplido con creces si tenemos en cuenta la extraordinaria atención recibida, impresionante cenas y desayunos preparados con mucho esmero, cariño y además casi todas las verduras, hortalizas, mermelada y huevos sacados directamente de sus huertas y gallinas.
También podría comentar que como es lógico, debido a la lejanía, la conexión de la wifi es bastante defectuosa aunque a ratitos sí que consigues conectar.
Casa rural con muchísima belleza y encanto, no le falta ningún detalle y una esmerada limpieza. Mención especial a Carmen, la más increíble, amable, hospitalaria y cercana hostelera. Encargada de que todo funcione como un reloj suizo en la casa y consiguió que nuestra estancia fuese tan “fuera de serie”.
Sin dudarlo ya hemos acordado que nos recibirá de nuevo como huéspedes durante unos días este próximo año porque no hay lugar mejor para relajarse y desconectar del ajetreado ritmo del día a día.