Reservé con varios meses de antelación un habitación triple (las de las fotos que publican), porque nos parecía un lugar agradable para descansar haciendo el Camino de Santiago.
Cuando llegamos, nos alojaron en otra habitación, una habitación encima del bar del hospedaje, donde se escuchaba hablar a los clientes.
Igualmente se escuchaba a las otras habitaciones aledañas y para colmo abrimos la ventana, porque hicimos el Camino en plena ola de calor de julio 2017 y tenemos de vecino a la carretera nacional 547.
Aunque estás cansado, el sentirte engañado te da fuerzas y bajo a hablar con el propetario y le enseño mi reserva: "habitación triple" (las de las fotos) y le requiero esa reserva, dado que tenemos calor y el ruido de caminones no nos deja dormir y el propietario nos dice: "que cerremos la ventana" y que las dos únicas habitaciones triples (las de las fotos) "están ocupadas por otros clientes" y que nos ha dado la habitación que tenemos porque son al mismo precio (aunque no la misma cosa).
Eso sí, nos devolvieron el dinero y nos fuimos a otro sitio en la Salceda que es estupendo.