Después de nuestra etapa más dura del camino llegamos a Casa Garea. Tienes que desviarte 200 metros del camino a través de una arboleda, pero nos lo explicaron perfectamente a través de whatsapp los dueños de la casa. Es un sitio precioso, la habitación súper amplia, cómoda y limpísima. Nos prepararon amablemente la cena y el desayuno con un excelente trato familiar. La única pega es que nos llovió por la tarde y no pudimos disfrutar de su precioso jardín. Recomendado para todos los peregrinos (está a 4 kms de Arzúa, por lo que acortas esos kilómetros en una larga etapa desde Palas de Rei y los añades a la siguiente que es más corta hasta Pedrouzo)