Hotel con encanto en medio de un entorno natural privilegiado. Las habitaciones, con los techos transparentes te sumergían en la naturaleza. Además disponían de todo lujo y comodidad. También la zona de piscinas sobre el embalse es genial, mientras te tomas un rico coctail disfrutas de las vistas. El personal muy amable y profesional, mejoran la estadía. Disfrutamos con los amigos de una experiencia relajante en medio de la natiraleza. Nosotras que somos extrangeras, de Barcelona y hemos viajado por varios sitios en el mundo, con y sin lujos, se nos hizo imaginar un sitio mejor.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis