El hotel es un lugar escondido en las mágicas montañas de San Rafaelantioqiia que con su clima cálido brinda un maravilloso lugar retirado de toda la urbe. Regala un hermoso paisaje a la vista y un confortable lugar para despegar tu mente del día a día. Es lindo escuchar la sonora música de la naturaleza provista por las aves y por por el río que lo atraviesa. El personal es supremamente gentil, ama le y Cortez y siempre dan lo mejor de sí para que te sientas cómodo y a gusto. Las caminatas son maravillosas y valen la pena para ver las magestuosas cascadas y las aguas cristalinas que caen de la montaña. Un lugar del cual no quieres irte y si te vas no ves el día de regresar. Gran experiencia.