Esta era la tercera vez que nos hospedamos en este hotel, las 2 veces anteriores fueron toda una experiencia memorable, las habitaciones super limpias, ropa de cama y paños limpios, el servicio y la atención digna de un hotel 5 estrellas, trato personalizado y calidez, daban ganas de no irse nunca, sin embargo en nuestra última visita el hotel cambió de administración y para mal. Desde que llegamos con costos medio nos saludaron en la recepción, las habitaciones y las camas con polvo, el baño no tan limpio, los paños olían a humedad, la mini refri olía horrible, la piscina sucia, las mesas del restaurant sin manteles, el desayuno nada que ver con el de antes, sin frutas y a escoger jugo o café que por cierto era tan escaso que ni siquiera llenaba la taza, no nos preguntaron como queriamos los huevos y los llevaron revueltos, no los devolvimos por no ser necios, menos que no hay nadie ahí interesado en escucharnos.
En resumen... Aunque era más caro que hospedarnos en Leyenda o Guanamar decidimos por este hotel porque sentiamos que de verdad ibamos a disfrutar nuestra visita, pero con todo esto no volveríamos a quedarnos en ese hotel.
Que lástima, porque el hotel tiene potencial, pero el personal que lo administra hace que se sienta como un pésimo hotel.