El hotel está bien, las habitaciones son amplias, estábamos en una con una impresionante vista al mar, puertas de vidrio de lado a lado del cuarto. El área de la piscina tiene un deck con vista al mar, bellísimo. Es cerca de playa Carrillo y se puede ir a caminar y hacer ejercicio sin necesidad de ir en carro. Es un hotel antiguo, y aunque se ve que han hecho inversión en mejoras, le faltan detalles. Está construído en una parte montañosa, entonces tiene muchas gradas, la parte del deck al mojarse con la lluvia tiende a resbalar. Fui con mi mamá que es adulta mayor y esto fue una situación un poco incómoda. El restaurante sólo brindó el servicio de desayuno incluído en la tarifa, sin embargo cerca hay varios buenos lugares para comer.