Tuve la oportunidad de hospedarme con mi novia en este bello lugar. Esa noche, la hacienda fue solo para nosotros. Tengo que confesar que fue mágico, cada detalle, desde la entrada hasta las sábanas. El baño rústico y demás detalles de este tipo fueron también encantadores. Una cosa que considero a mejorar sería el contar con personal idóneo todo el tiempo para atender a los huéspedes. Entiendo que esa noche no había nada reservado y no esperaban huéspedes, sin embargo llegamos, y a pesar de ser un hermoso lugar, no tuvimos donde comprar ni comer nada, sin embargo, estuvo bien, el encanto de la haciendo llenó todos los vacíos.