Acogedor, con buena cocina, una pequeña granja con llamas, patos, gallinas... y habitaciones cómodas. El bus de la terminal de Quitumbe (Quito) a Latacunga te deja en la Panamericana (entrada Parque Nacional de Cotopaxi) y de allí solo tienes que atravesar el puente que hay sobre la carretera y caminar 2 minutos. Las subidas al Cotopaxi con Francisco (guía con décadas de oficio) son toda una experiencia y las vistas al volcán cuando la tarde se despeja... de cine. Gracias Jenny, Diana, Mayra y Fernando (magnífico y familiar staff) y a la pequeña Carla por sus 'escondidas'
- Wi-Fi gratis
- Restaurante