Aunque esperábamos más de éste hotel 5 estrellas, en algunas cosas no estuvo a la altura de su categoría. Quizás sea porque se ha abierto hace relativamente poco y le falte rodaje, pero puede mejorar. Las instalaciones están bastante bien y es un hotel bonito, es una pena que falle en algunos detalles de calidad (Por ejemplo vinieron a traer toallas y no retiraron la basura que habíamos dejado en la puerta, o dejaron sin retirar igualmente cubiertos durante horas y horas en la entrada...). Lo mejor del hotel la amabilidad del personal, sobre todo de los camareros del bar Nook y Duke, y también del personal del restaurante para la hora de la cena: Sobre todo Waen, Bank, Ae y Pui, muy atentos, simpáticos y serviciales. También en la recepción Honey, que nos resolvió los problemas con eficacia y simpatía. Les agradecemos su trato.