Me hospedé por tres días y la verdad fue una magnífica elección, la habitación bonita, confortable e impecable. Los baños aunque son compartidos siempre están limpios.
Los dueños Manuel y María son el dúo perfecto, se encargan absolutamente de todo para que la estadía resulte agradable y divertida ya que lo llevan a todos los lugares de interés. La comida no puede ser más rica y toda elaborada con productos de la comunidad. Son personas generosas y de gran corazón.Más
- Piscina
- Restaurante