Lo pasamos genial. La atención es muy cálida, cada miembro de esa familia es un encanto.
Me gustó mucho la sobriedad en la decoración, muy contemporánea.
Todo sumamente limpio.
La ducha, con agua caliente, es excelente. Muy buena presión de agua.
Un silencio increíble, no se siente ningún ruido (cosa que se agradece).
La cama es King size, en óptimas condiciones (dormí como si estuviera en casa).
Por un costo adicional, se brindan desayunos.
Sólo recomendaría un par de cosas:
1- Una cortina en la ducha (el piso baño se moja pues no hay manera de evitar las salpicaduras del agua a la hora de ducharse)
2- Una nevera en la habitación sería algo excelente para poder enfriar bebidas de los huéspedes. La familia pone a la disposición de los turistas el almacenamiento en una nevera grande, en un área común, pero el acceso a dicha nevera es limitado una vez que los anfitriones se van a dormir.
Por lo demás, repito, es una excelente opción para cualquier persona que desee pasar unos días en Camagüey. Seguramente repetiré mi hospedaje allí. Lo recomiendo muchísimo.