Al visitar este Restaurante he de reconocer que superó mis expectativas, llevaba tiempo sin sentirme tan bien, sí fue mi primera vez. La comida y el emplatado son excelente, los jugos naturales pueden ser catalogados como un NÉCTAR DIVINO, sin embargo, lo que más resalta del local es lo atento que es el personal, al local llegué solo, esperando mientras llegaban mis acompañantes, al poco tiempo se percataron del motivo de mi visita, sin que yo me dirigiera a alguien o expresara abiertamente que quería celebrar el cumpleaños de la abuela de mi novia con una cena especial, se acercaron para hacerme sugerencias, así pues terminaron preparándonos un espacio privado y confortable, en todo momento fueron agradables siempre sonriendo. Volveré pronto a visitarlos!!!!

Se come bien y no es caro sirven en una terraza con vistas alos tejados de Santiago, pero tambien tienen un pequeño comedor en la primera planta con 3 mesas que cierran para ti si vas con un pequeño grupo, ofrece intimidad y aireacondicionado

No puedo opinar sobre la comida pero reservamos a través de "el tenedor" un menú y cuando llegamos ese menú no existia, así que no fuimos porque el que había era menos apetitoso,

San Francisco es lo que se llama en Cuba una Paladar. Se encuentra relativamente cerca del Parque Céspedes que es el centro de cultural de la ciudad. Está ubicado en una calle muy estrecha, con exceso de semáforos, por lo que facilidades de parqueo es una de sus dificultades. La otra dificultad, es que se debe subir una estrecha escalera para llegar a la azotea de la edificación donde se encuentra el salón. Es preferible ir de noche, dado que durante el día, a pesar de estar abierto y semi cubierto, se pueden pasar momentos calurosos. Cuenta con animación y música en vivo tocada por un grupo tradicional que llega a ser ameno por momentos a pesar del calor. Las vistas desde el lugar no aportan mucho, ya que la azotea donde se encuentra no tiene suficiente altura como para poder apreciar algún paisaje de valor. En fin, estaremos entre edificios altos de la parte vieja de la ciudad.... Ahora, el tema comida: Fundamentalmente comida cubana, estilo hogareño, con platos bastante bien servidos para el precio, ( módicos ), los emplatados no son relevantes y siguen ese estilo hogareño cubano. El trato llega a ser aceptable si hemos estado obligados a asistir varias veces, ni muy afectuoso ni muy serio, . Es un lugar bueno para ir en grupo, buenos precios pero no muy apto para personas de la tercera edad, por las escaleras que son necesarias tomar para entrar y salir...En los pisos inferiores podemos encontrar lugar para un bar, aunque un poco estrecho.... Buen lugar si nos encontramos en los alrededores......

Cena en pareja. En la terraza con música de un cuarteto de cuerda, muy encantador. La comida muy auténtica y barata. Sin queja de ningún tipo.