Fuimos con la idea de permanecer una semana en este hotel. Al llegar, el personal de puerta no fue muy atento. La habitación que nos dieron era amplia, las camas cómodas, pero todo muy viejo. El hotel necesita renovarse por completo, creo que tuvo tiempos mejores.
El segundo día hubo una discoteca con una música tecno insoportable y a todo volumen
hasta las 2 de la mañana!
Llamamos varias a veces a recepción quejándonos y parecían resignados, diciendo que se lo comentarían al manager. La queja fue unánime en el hotel.
Al día siguiente fuimos a hablar con el manager Yves Jaquet para quejarnos, tuvo una actitud absolutamente indiferente, que venía a decir... Me trae sin cuidado. Ni una disculpa, no soy persona de quejarme, pero lo que allí ocurrió fue una indecencia.
Además nos dijo que habría dos fiestas más, por lo que decidimos abandonar el hotel.
Fuimos a recepción, cancelamos las noches pendientes sin problema, y nos fuimos al hotel cercano La Pagerie, donde fueron muchísimo más atentos. Aunque este hotel no tiene la ubicación del bakoua, la utilización de las playas es gratuita, por lo que íbamos a la playa del bakoua en tres minutos todos los días a disfrutarlas.
La comida y precios en el bakoua también muy caros, pedimos una botella de vino blanco, muy normal, y nos cobraron 41€, en el restaurante para cenar muy poca gente, las camareras quitándose el zapato para matar cucarachas, y luego nos servían el plato, muy poco profesional.
Por último diré que trois islets tiene la estructura de un hotel grande abandonado en el
Mismo centro, y que da un aspecto muy decadente a la zona.
Un saludo a todos