La posada nativa tiene una ubicación muy afortunada, pues es de las únicas posadas que tiene vista directa al mar. Ubicada en Old Town, es fácil moverse a distintas partes de la isla. Las anfitrionas: Indra, Chantal y Pati hacen que la estadía sea tan placentera como estar en la casa. Muy amables y la hospitalidad se respira. El aseo está muy bien. La calidad de los colchones también es buena. Es una muy buena opción para pasar unos días de descanso en Providencia. Los desayunos están muy ricos.