Mi primer eco hotel. Eramos3 personas en Dos cabañas las cuales estaban bien limpias y amplias. Nos encantó la ducha, muy autentico y súper cómodo.
La comida que te sirven está muy bien, fue una sorpresa lo bien que cocinan, con mimo, y género de primerísima calidad. El pescado ( pargo ) que comimos uno de los días estaba de 10. Las chicas de la cocina lo preparan todo con mucho cariño, que es como ha de ser.....seguir así , y el cocinero Francisco un artista con los pescados.
Recomiendo la excursión a las islas del Rosario, fuimos con la lancha de Gabriel de Barú , que nos hizo una excursión perfecta, alejados del bullicio de las lanchas de Cartagena, nos acompañó Gabriel Junior y nos guió en en el snorkelling más que bien. Por cierto las el equipo de snorkelling lo tiene perfecto, nuevecito al igual que la lancha. El lugar al q nos llevaron a comer una delicia, un lugar de gente local , nada caro, tranquilo y con variedad de platos locales muy buenos....incluso tiene langostas vivas.
Resumiendo un lugar perfecto que te sientes como en casa, en donde te organizarán el transporte q precises, con gente de confianza. Lo recomiendo para una escapada del bullicio de Cartagena y probar una experiencia auténtica ...si te gusta enredar con las parrillas, y te atreves a cocinar una langosta asada a la brasa, es el lugar, y si no eres experto para encender el fuego, Marcelo como buen argentino te sorprenderá. Olga, Juan y resto del equipo , enhorabuena por vuestro saber hacer.