Ya no son los Picudos que existieron por más de treinta años. Nos atendió un mesero subnormal que repetía para todo “ahorita les traigo su orden, chicos”. Nos trajo todo mal, las cebollitas llegaron de postre y la cuenta estuvo mal. Definitivamente no volveré. No se dejen engañar por estos truhanes que quieren hacer negocio a partir de algo que, lamentablemente, ya no existe.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.