A La Burger, es un restaurante que no he visitado muchas veces, sin embargo, en las muy pocas y contadas ocasiones, menos de tres, todo había sido excelente, incluso, esta última visita en familia fue muy buena.
Al llegar al lugar la bienvenida, el servicio y las instalaciones muy bien, desde la ayudante de los meseros hasta el mesero titular de nuestra mesa, la atención fue inmejorable, y es que muy difícil es encontrar un mesero que este atento pero no llegue a ser fastidioso, y A La Burger lo logró.
El sabor de la comida es increíble, una hamburguesa de buena proporción, papas con sazonado perfecto, nuggets deliciosos y salsas para todos los gustos, sin embargo, algo que valoro mucho es el servicio y la preocupación que un negocio imprime por la satisfacción de sus clientes y en este caso, hicieron lo peor que puedes hacer, engañar al comensal.
Las porciones son bastantes generosas, tanto así que la orden de papas quedó prácticamente intacta, y mi pequeño dejó la mitad de sus órden de nuggets para un desayuno poderoso, por lo que pedimos estos, papas y nuggets, para llevar... Pero oh sorpresa, después de irnos del lugar, dejar una propina generosa acorde al servicio, al día siguiente, cuando mi hijo con ilusión está preparado para desayunar, descubrimos que el traste donde nos entregaron el sobrante, tenía sólo la mitad de las papas que quedaron y sin nuggets... Todo un buen servicio tirado a la basura por engañar a tu comensal...
Definitivamente, A La Burger perdió un cliente, y aunque fue en la Sucursal Tulum, ese es el riesgo de tener una franquicia, ahora veo a todas las sucursales igual...