La amabilidad y atención de este hotel te enamora, todos los servicios llevan consigo un empleado encantador y pendiente de hacerlo bien, eso es lo mejor. Personas como Juan José en el buffet, Itzel y Jeff en la piscina o José en la playa hacen que la pases genial. Y no se queda ahí, hace 4 años estuve aquí y me encantó, aunque detalles como los baños no me encantaron, la remodelación hecha el año pasado mejoró todo eso, las habitación son geniales, el baño hermoso y amplio, moderno... La comida, como siempre en México, es espectacular, variada, deliciosa; hacen tacos en la piscina al mediodía (otro día fue pollo a la parrilla), en fin, genial. En síntesis un hotel perfecto. De lo mejor. Exclente opción.