Tuve la oportunidad de visitar este lugar tan aclamado e importante en la historia de nuestro país. Y me llevé la más triste impresión ya que el lugar está tan descuidado que parece que nadie se preocupa y que lo único que quiere es cobrar una entrada a un costo bastante elevado que no se ve reflejado en el lugar.
Al llegar fuimos recibidos por las personas que ofrecen guías de una forma un poco invasiva, solo estabamos revisando precios para ingresar y nos cortaron el camino para enviarnos a la taquilla que está claramente definida. Ya una vez adentro, el camino de acceso es sinuoso y desprolijo, no es necesario alterar todo el camino pero quitarl algunas piedras puede ayudar a que caminar sea más agradable. La zona principal está despejada pero las áreas verdes muy descuidadas, si van a perminir que las personas camine por todos lados, un camino empredado sería una mejor opción, las barreras que impiden el acceso a las edificaciones están completamente oxidadas, en mal estado y hasta a punto de caerse; los señalamientos de prohibido el paso está también oxidados y da pena ver que un lugar que recibe más de 800,000 visitantes al año da esa imagen. Es un destino de clase mundial, característico de nuestro hermoso país.
Además toda la atención se centra en la pirámide principal cuando el resto de edificios me parecen igual o hasta más importantes, no están destacados, no hay descripciones, se puede contar la historia creando un circuito que los visitante sigan, como en un museo, que les permita adentrarse en la historia aun sin la necesidad de un guía (entiendo que el igreso que los guían generan también es importante) ya que habemos muchas personas que no vamos con tanto presupuesto, o los mexicanos que ya conocemos parte de la historia o que al ser Locales ya no lo necesitan.
Hay hierbas secar dentro de las áreas de las ruinas, ramas de árboles secas a mitad de los caminos y también dentro de las ruinas. Donde está la Iglesia, hay una entrada que tiene una puerta o reja de madera con metal atravesada que ni siquiera corresponde al edificio, está botada cual basurero. Los pocos mosaicos con descripciones están sucios, rotos, desgastados o incluso ilegibles y más letreros oxidados en pésimo estado.
La verdad es que salí muy descepcionada de mi visita que tenía varios años esperando ya que me apasiona la arqueología y la historia. Y ver que este lugar de nombre mudial está en ese estado me hizo querer irme antes y ni siquiera me dan ganas de invitar a más personas.
El lugar es impresionante por si solo, pero si van a cobrar una entrada a un costo tan elevado, sería bueno que los visitantes vean reflejado un poco de lo que pagan.