Tambien conocimos Mandarinos café, ya eran varias veces que pasábamos por este lugar y me hacía ojitos, así que no me quería ir a dormir sin pasar a conocer y probar de este lugar iluminado a media luz, música romántica, súper elegante. El servicio muy bueno, Javier muy atento, de la misma manera marcos que fue nuestro mesero y Filemón que se acercó a presentarse a la mesa, en este lugar no había mezcal, pero que creen que si había y muuuuuy rico, @ilianamedina Martini de choclolate.
El lugar al pie de la quinta avenida, lleno de focos decorando el Restaurante dejando ver solo la luz necesaria para mostrar sus mesas con manteles blancos y servida para esperar que llegáramos los visitantes, muebles amplios y cómodos, grandes cortinas de techo a piso ubicadas entre los candiles bellísimos de metal, una gran caba, una barra frente al bar, zona lounge y nosotros en este maravilloso espacio, ya que salimos a las 10:50 de la noche y debíamos regresar a nuestro hotel.
Me da gusto haber conocido esta opción de lugar y poderla compartir con Ustedes.
Los invito a escribir su propia historia hasta la próxima y buen provecho.