Es un Hotel céntrico,algo ruidoso ,ya que da a dos calles bastante transitadas.Creo que en recepción te ofrecen tapones para los oídos,yo siempre viajo con ellos.
El personal es atento y en recepción había un chico que hablaba ,más o menos ,el castellano.
El lobby es algo decepcionante.
Teníamos reservada una habitación con 2 camas y como el hotel estaba lleno nos ofrecieron una suite.
La suite era amplia( una pequeña cocina incluída),con una decoración estilo zen,limpia y acogedora.El baño muy grande y con una originalidad:tiene grandes ventanales que dan a la calle.Así que si sois tímidos o no os gusta el exhibicionismo,acordaros de bajar los DOS estores .
Ventaja adicional es que está rodeado de cafés para poder desayunar y así no te ves en la obligación de hacerlo en el hotel:bastante más caro.