Excelente ubicación:Frente a Union Station,se comunican vía subterránea.El tren(UP express Toronto)los traslada directamente del Aeropuerto hasta Union y pueden tomar el Metro o GO train.

Excelente atención del personal:Mención especial para Scott,al llegar nos guardaron las maletas,nos informaron por teléfono al tener lista la habitación,nos dieron habitación con vista a la torre CN.En el restaurante excelente la atención.OJO:el desayuno buffet es caro en comparación con otras opciones.

Excelente la comodidad,amenidades y limpieza de la habitación y baño.

Muy buena la alberca,instalaciones y temperatura del agua.

Malo el ruido entre habitaciones:Solo tuvimos problemas en 1 de 5 noches.Llamamos a recepción y acudieron (se agradece).El problema no es el ruido de la calle.

Lo peor:El último día recibimos una cuenta por 200 CAD por una botella de vino y dos cervezas que No habíamos consumido,el resto por URBAN FEE,30 CAD por noche.Del Urban Fee,no nos habían comentado ni al hacer la reservación,ni al Check In.Nos dijeron al llegar que ya estaba pagado el hotel incluyendo impuestos,nos pidieron el depósito de 100 CAD por noche,del cual si estábamos enterados.Fuimos a recepción para aclararlo y afortunadamente tuvimos una amable y satisfactoria respuesta,la cuenta de bar se cancelo,nos dijeron que el Urban Fee era Opcional, nos preguntaron que si no nos habían explicado al llegar (NO),y lo anularon,al final no tuvimos cargos extra.Pasamos un mal momento.

Espero les sirva.

Es un hotelazo. Pero Madrid es una gran capital y no todos sus hbitantes duermen igual.
Nos correspondió una habitación donde se oía el aliento de los vecinos de al lado, por cierto bastante ruidosos y maleducados.
Pero la tortura fueron los ascensores que se oyen de forma pausible durante las 24 horas, como si estuvieras al lado de un metro.
Limpieza y personal bien.
No me salió barata la habitación y creo precisaría de otra mejor.
Ojo con el minibar, pues te pueden cargar sin consumir alguna botella de las caras, aunque luego aceptan la discrepancia de precio.
Merece la pena visitar el hotel por dentro, sentir su inmensidad e historia. Pero también es necesario dormir en silencio y tranquilo, sin estar pendiente de cada cuántos segundos se mueven ascensores o de lo que dicen en la habitación de al lado. Un cero a la insonorización.

Magnifico hotel, instalaciones muy elegantes y bien cuidadas, manteniendo el toque de distinción y elegancia. El trato, por parte de todo el mundo, empezando por recepción, muy atento y agradable, procurando en todo momento entenderse en el idioma o buscando quien hablase español. Las habitaciones, perfectas, elegancia, limpieza y comodidad prevalecen. El baño un poco antiguo, pero sin importancia. Ubicación inmejorable, frente a la estación de tren y apenas a un par de manzanas del centro de la cuidad y otras tantas en dirección contraria al puerto. Hotel que por su trato y calidad, se puede ir con total tranquilidad, aprovechando para agradecerles la estancia desde estas lineas