Tuve recientemente un viaje familiar a la reserva de Guanapalo. Facilmente es uno de los mejores viajes de mi vida! El hospedaje es genial, comodo, limpio con excelente atención, la comida ademas de tener un sabor maravilloso tiene una bonita presentación. El guia: un joven de la zona, estudiante universitario de ecologia, con una mezcla de conocimientos ancestrales y academia fue de lo mejor!!! Los animales que vimos fueron incontables, la cabalgata, el safari, en fin… un viaje que tenemos que repetir, es muy chevere ver una empresa colombiana metiendole duro a generar empleo, cuidar fauna silvestre, generar conocimiento y turismo responsable!

Una experiencia maravillosa que nos abrió los ojos a los tesoros del llano colombiano. Excelente atención de parte de todos los empleados y particularmente de nuestra guía Ileana, quien conoce la Reserva como la palma de su mano y además sabe "donde ponen las garzas", la señora Jacqueline, la señora Carmen y por supuesto el incomparable Espíndola, llanero singular que hizo de nuestra estadía un paseo inolvidable. Tuvimos ocasión de pasear a caballo para ver la fauna del llano en su esplendor. La tertulia con El Gran Llanerazo, Seudiel Gualteros, nos ayudó a comprender la saga de todos aquellos que han laborado incansablemente para que el Casanare sea conocido en todo el mundo, conservando y exponiendo su cultura y tradiciones. Nos alojamos en el Hato Mata de Palma que se encuentra en proceso de remodelacion y adecuacion para mejorar la experiencia aún mas.

Ha sido una de las mejores experiencias que he vivido recientemente en Colombia. Viajé para celebrar mi cumpleaños y poder disfrutar del llano en todo su esplendor. Tuve como guía a Eliana, la cual siempre estuvo pendiente de mi. Estuve tres días, dos noches, de los cuales disfruté de todo lo que la reserva tiene para vivir. Me hospedé en el Hato Mata de Palma, mi habitación era enorme llena de sombreros con una ventana donde podía ver la fauna del lugar. La comida es deliciosa, siempre fue diferente. Tuve la fortuna de vivir el trabajo de llano, el cuál es maravilloso y sorprendente...vale la pena hacerlo. Toda mi experiencia fue a caballo, cada salida era por caminos y rutas diferentes para poder ver la fauna de la reserva. Pude ver venados, la anaconda, infinidad de aves de todos los colores y tamaños, morrocoys, jabalíes, caballos salvajes, búhos, caimanes y chiguiros en su hábitat. Los colombianos no necesitamos de ir al África para vivir nuestro propio safari ya que aquí lo tenemos. Y qué decir de la noche de mitos y leyendas al son de una buena canción llanera y con una fogata que hace que la experiencia sea más amena. Recomiendo esta gran experiencia ya que son de las cosas que hacer antes de morir!!