Primera experiencia en un Premier Inn. El hotel está limpio y bien situado, cerca de la playa, aunque este empieza a notar el paso de los años. Tiene tiendas de alimentación en la misma manzana y un parking justo a la vuelta de la esquina (que no es barato). Es un poco complicado de localizar si viajas sin GPS.
Las habitaciones están bien, hay espacio para dos adultos y dos niños sin problemas. Las camas son buenísimas y es de las pocas veces que no extrañas la cama de tu casa. No esperes grandes lujos ni nevera en las habitaciones. Son totalmente funcionales, pero a cambio tienen la mejor relación calidad-precio que vas a encontrar en los hoteles del Reino Unido. A pesar de estar al lado de una calle con bastante tráfico, no hay ruido en las habitaciones.
El desayuno es correcto. El café no es gran cosa.
Como en todos los Premier Inn, tienes wifi gratuito media hora al día.