En vista de que todos los hoteles que me interesaban estaban full decidi aventurarme.Se trata de una antigua hospedería y club para marineros, así que hay motivos marinos por todas partes, a veces daba la impresión de estar en un barco.Es un ambiente mas bien masculino. Ha sido una buena experiencia, el personal amable, las zonas del lobby muy bonitas. El restaurante esta muy bien de precio y calidad y el desayuno ingles perfecto y abundante, aunque me falto el café expresso. Las habitaciones estan muy bien aunque el mobiliario es viejo la cama me resulto comoda con buena lenceria.Muy limpio todo. No esperen lujos pero la relación calidad precio me parecio excelente comparado con algunos hoteles de Londres.El baño es amplio. Si deberian arreglar algunos detalles como cambiar las alfombras de los pasillos que estan muy manchadas y dan mal aspecto y las griferias de las duchas que no van muy bien, me tuvieron que cambiar de habitación,pero lo hicieron de inmediato.Me gustó porque esta a un paso de la estación del tren , del muelle histórico y del centro comercial Quays.El wifi en la habitación en la mañana un poco flojo.Más