Es una típica casa inglesa habilitada como hotel, muy acogedora y bien decorada. Todo el personal es muy amable, te sientes como en casa, y sirven un desayuno muy completo a base de tortilla, salmón ahumado, bollería, y también english breakfast de huevos, bacon y salsichas. El comedor donde se desayuna es pequeño, así que es aconsejable no ir muy tarde para coger las mesas dobles. No puntuamos 5/5 porque a pesar de que reservamos con meses de antelación, nos asignaron una de las dos habitaciones del sótano. Una vez instalados estuvimos bien, pero de primeras nos chocó un poco estar en un sótano. El hotel está bien comunicado con el metro aunque un tanto lejos del centro, a unos 25 min a pie de Covent Garden, lo que implica una pequeña excursión a pie si se va a cenar por ahí. Pero muy bien en general, muy acogedor.