siempre que iba a san jean, solo por el día, este hotel ubicado en la calle mas céntrica y comercial, me llamaba mucho la atención por lo coqueto del edificio y lo simpático de su entrada. llegó el momento de ir y la verdad fue una experiencia increíble.
Debo decir que previo a la ida había cruzado algunos mail con la gerencia y me había asustado una primera respuesta, me imagino que producto de la diferencia del idioma, Pero desde que llegué, primero denise y luego Bruno, que maneja bien el español, nos hicieron sentir en casa y estuvieron pendiente de toda nuestra estancia. El hotel tiene una ubicación extraordinaria, es pequeño, con solo 7 habitaciones, pero la nuestra no muy grande pero suficiente de tamaño, eso si, con todas las comodidades, cama cómoda, baño con todo lo necesario, buena ducha, y detalles que marcan diferencia. Nos desayunamos un día en el hotel, un pelo costoso pero es un mini buffet con muchas exquisiteces, buen cafe expreso, agradable la zona de comer y una decoración muy acorde al sitio y con buen gusto. Tomarse un vino en el balcón de la habitación, en plena rue gambetta es una gozada. Tienes todo cerca y Bruno está pendiente del más mínimo detalle para que la pases bien y para asesorarte en cualquier pregunta.. Reservamos con antelación para aparcar y el estacionamiento queda muy cerca y si lo haces con tiempo, via Bruno o denise, el día te sale a 10 euros. En resumen un hotel familiar, con esmerada atención, mucho encanto y ubicado privilegiada, digno de repetir.