Auténtica trattoria. Solo pizzas variadas pero muy buenas. Hechas al momento, por lo que hay que esperar un poco.
Ofrecen birra italiana pero luego sólo hay Heineken. De postre tomamos tiramisu, totalmente casero y delicioso, suave y cremoso.
La sorpresa vino cuando nos trajeron la cuenta escrita a mano y nos dijeron que solo aceptaban dinero en efectivo. Increíble en estos tiempos en el centro de Paris, pero cierto.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.