Auguste Perret fue el arquitecto encargado de la reconstrucción de Le Havre tras los bombardeos de... Más información
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Diferente iglesia a todas. Planta de cruz griega, torre en forma de faro. Butacas tipo cine. Una... Más información
Este templo es un ejemplo de cómo se puede crear una estructura masiva, casi gótica, y dotarla interiormente de una luz espectacular. Si bien su aspecto externo recuerda más un faro, al entrar en el interior es casi como estar dentro de otro lugar. La torre, con todos sus vitrales y la luz, crea el efecto de un túnel ascendente. Una visita breve, de 10 minutos, a cualquier hora de luz solar, merece la pena.
Es una iglesia diferente. Está construida completamente en hormigón y tiene una torres muy alta que se divisa desde casi toda la ciudad. Las vidrieras hacen un juego de luces curioso. Tienen información en español.
Nadie puede pensar que una iglesia hecha entera en hormigón, sin revestimientos puede gustar, pero así es. La torre, visible desde cualquier punto de la ciudad eleva la mirada hasta el infinito con una profusión de colores simbólicos que le dan luz y majestuosidad. Un grupo de voluntarios te atienden y facilitan información en varios idiomas. Muy recomendable.