En un viaje por la Selva Negra decidimos pasar un dia en Stuttgard, elegimos este hotel y acertamos plenamente. Moderno, con habitaciones bien dotadas y amplias, baño comodo, variado desayuno y de calidad, prensa local, nacional alemana y financiera internacional. Garage en el mismo hotel a precio razonable.Personal muy amable y profesional
Se puede ir andando a las calles comerciales y el centro historico y artistico. Bien comunicado por metro con el Museo Mercedes.
Variedad de restaurantes y tiendas en las proximidades. Muy cerca y con platos económicos entre semana esta la fabrica de cerveza Dinkelacker (Tubingen estrase) abierta mañana y tarde. Se puede subir al mirador Karlshohe proximo al hotel y con magnificas vistas sobre la ciudad y sus viñedos.
Hotel muy recomendable en una visita a la dinamica Stuttgard