Me habían hablado de este italiano en la C/Buenos Aires pero no sabía bien donde quedaba y ayer, dando un paseo por el centro decidimos buscarlo. Era la hora punta, sobre las 22.30h y claro estaba a tope, tanto el pequeño salón como la barra. Aún así decidimos quedarnos.
Lo primero que sorprende es la amabilidad y sonrisa del equipo de trabajadores, a pesar del estrés y claro, es como si te sintieras como en casa.
También es novedoso el show cooking. Justo tras la barra los ves cocinar en directo, ves los productos, te van contando como van haciendo las cosas...¡una pasada!
Se quedó un hueco en la barra y aprovechamos para cenar ahí. Genial. Pedimos para compartir unas berenjenas con ragú y burrata (INCREIBLE) y una pizza capricciosa (ESPECTACULAR) y su tiramisú express (¡MADRE MIA QUE RICO!). Se nota el buen producto, fresco y casero. Y todo hecho con cariño.
Pagamos apenas 15€/pax.
Lo que sí me gustaría recalcar, LA AMABILIDAD Y ALEGRIA DEL PERSONAL.
Altamente recomendable. Volveremos seguro. Muchas gracias!!!