Estuvimos varias noches alojados en este hotel en una habitación doble con vistas laterales al mar. Por suerte encontré alguna oferta a través de un buscador de alojamiento, porque barato no era.
La habitación no era especialmente grande, aunque luego había que añadir un pequeño vestíbulo de entrada y la terraza. El cuarto de baño era amplio. Armario grande, TV plana, escritorio, minibar, botella de agua gratuita, camas muy cómodas, butaca. Como curiosidad, las persianas eran automáticas, así como la elección de no molestar o limpiar la habitación, presionando un botón.
El cuarto de baño era con bañera. Buena presión de agua, aunque la temperatura era un poco irregular. Había gel, champú, pañuelos de papel, gorro de ducha, peine, esponja de limpiar zapatos. Toallas grandes y buenas.
Algo que no me gustó es que en recepción había solo una persona, lo que hacía que el registro de entrada y salida fuesen lentos en cuanto hubiera más de un huésped esperando.
La piscina me pareció pequeña para el tamaño del hotel y además le daba la sombra parte de la mañana. Ninguna gana de bañarse. Dan toalla para usar en piscina y playa. En la playa hay hamacas y sombrillas, pero no tiene nada que ver con el hotel.
De la comida ni idea. No llevaba el desayuno incluido y no lo probé ningún día. Tampoco almorcé o cené.
En cuanto a comunicaciones, autobuses 1 y 7 cruzando hasta la Avda. de Andalucía, a 2 minutos. El 1 lleva al casco antiguo por RENFE y plaza España, mientras que la línea 7 va por la catedral y la playa de la Caleta.
Una cosa para considerar a la hora de elegir habitaciones, por el ruido y las vistas, es que actualmente hay obras de otro hotel cerca del ala derecha del Playa Victoria según se mira de frente a la playa.
En general estuvimos bien durante nuestra estancia.