Hotel cerquita de la playa de poniente a 15 minutos a pie del centro, con una cafetería muy acogedora y con un servicio de camareras muy activas y buena atención , tanto como el desayuno y cada pedido una tapa para quedar muy satisfecho y muy bien de precio , sin duda repetiremos estuvimos encantados con la amabilidad de sus empleados un 10 repetiremos y será nuestro hotel para repetir gracias por todo.
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Estuvimos cómodos y bien.
El personal es atento y hay una cafetería abajo. Está justo enfrente de la estación de Renfe, así que el lugar nos resultó muy conveniente. Para ir al centro hay que caminar, pero se puede llegar y el paseo por la playa merece la pena.
No es un gran hotel, pero la relación calidad-precio es fantástica. Limpio y la gente súper amable. Al lado hay una pequeña cafetería para tomar el desayuno o algún refresco durante todo el día. Muy bien situado, sobretodo para nosotros que hacíamos el camino De Santiago.
Totalmente recomendable.
Ya son unas cuantas veces las que hemos visitado Gijón y en la que nos hemos alojado en este hotel. Destacaría su relación calidad precio y la amabilidad de la dueña y sus empleadas, ubicación muy buena al lado de la playa poniente y a 15 min escasos del centro de Gijón.
Su cafetería tambien es recomendable para desayunar en la terraza.
Siguiente visita a Gijón este es nuestro hotel.
Un saludo.
Es un Hotel sencillo, pero muy cómodo y con una situación frente a la Playa de Poniente y su paseo, privilegiada.
El trato es muy familiar y acogedor.
He estado en 2 o 3 ocasiones y para desconectar, está fenomenal.
La terraza es grande y se está muy a gusto.
Las camas, muy cómodas y el desayuno, aunque no está incluido en el precio, es económico y está muy bien.
Volveré, sin duda
Tanto cacarear que es un local que solo contrata a mujeres y el propietario, un tal Manolo, es un "macho alfa" de mucho cuidado. Grosero, déspota y que intimida a los clientes a escasa distancia con la mascarilla por debajo de la nariz.
