El hotel es del año 2011 y si bien su aspecto es muy espectacular (edificio obra del arquitecto Calatrava) se ve que el paso del tiempo no le sienta bien. Se ve deteriorado. Los suelos, muebles etc. están bastante estropeados. Se le quiso dar un aire de gran modernidad y el problema es que no se ha renovado (es en parte comprensible por el elevado coste). Las camas son aceptables. La insonorización es regular (rezar que no te toquen niños cerca). La distancia al centro es de 10 minutos andando, osea que eso no es problema. El desayuno esta bien, normal. Lo malo es que si se acumula mucha gente esta todo algo comprimido. Deberían de separar mas los productos para que no se amontone tanta gente. El personal fue amable.Más
- Wi-Fi gratis
- Servicio a la habitación
- Gimnasio