Hemos pasado una noche en este hotel, y la estancia ha estado muy bien. El hotel se encuentra en una zona tranquila de la ciudad, con fácil aparcamiento ( sábados a partir de las 13:30 no hay ota en invierno). Esta bien comunicado con el casco viejo en autobús, y andando se tardara una media hora. Se encuentra a 5 minutos andando de la playa, del funicular para subir al monte Igueldo y del peine de los vientos. Tiene varios restaurantes y cafeterías en los alrededores ( donde poder desayunar o cenar si no lo haces en el hotel).
El hotel , como casi todos los NH, cumple con las expectativas. En la planta baja tiene la recepción, el comedor de los desayunos y el restaurante. No escogimos la opción de desayuno, ya que nos pareció un poco caro. Una cosa que nos gustado, porque viajábamos con otra pareja y niños, es que en la primera planta, además de varios salones de eventos y reuniones, tiene unos sofás-mesas donde pode pasar el tiempo charlando o jugar a las cartas,
La habitación estándar es amplia. Como viajábamos con nuestro hijo, nos colocaron una cama supletoria, pero aun así había espacio. Las camas son grandes y cómodas, además de disponer de varias almohadas. Tiene TV grande y cafés (nesspreso) y tes de cortesía, además de minibar de pago. El baño completo y también de buen tamaño. La calidad del sueño fue buena, a pesar de que nos encontrábamos cerca de los ascensores de la cuarta planta.
Tanto el check-in como el check-out fueron bastante rápidos.
Admiten mascotas, porque vimos varios perros y un gato, pero creo que el precio ronda los 35€, y no te dejan dejar la mascota sola en la habitación (salvo si desayunas o cenas en el hotel, durante ese tiempo).
En términos generales, nos gusto el alojamiento, y seguramente repetiríamos si volvemos a Donosti.

Apostar por un hotel NH siempre es un éxito. La atención desde la llegada hasta a salida genial.
El desayuno espectacular. La limpieza de la habitación fantástica. Por poner un pero diré que el restaurante aún estando en el mismo hotel y siendo de ellos no cumple los altos estándares del hotel.

Se respira tranquilidad, es muy acogedor, espacioso, luminoso y limpio. Valoro la amabilidad en el trato, y la agilidad en check in y check out, y que el aparcamiento sea tan accesible, en el mismo edificio y conectado con el hall.