Elegimos este hotel por su situación y, francamente, porque era de los pocos que tienen baño con privacidad (¿¿por qué ahora los hacen transparentes??).
Hay un par de detalles mejorables, que, por otro lado, hoy en día son muy frecuentes: insonorización y mobiliario. La primera es muy difícil de encontrar bien hecha y con ella no se puede hacer nada porque es responsabilidad del constructor; el segundo responde a una moda de decoración de hoteles en voga, según la cual la falta de cajones o almacenaje en general mejoraría el confort...
Ahora bien... nada de eso ha impedido que tuviéramos una estancia deliciosa.
Acabamos de estar 4 noches. Desde el primer momento, la atención ha sido no solo adecuada, sino exquisita. Tenemos algunas necesidades especiales y las satisficieron sobremanera. Cualquier incidencia, por pequeña que sea, es resuelta con el mayor cuidado.
Aprovecho para darle las gracias a todo el personal del hotel, en particular a don Miguel: sin ellos, el hotel no sería tan maravilloso. Educación, consideración, disposición, detalle, resolución y, por supuesto, simpatía son algunas de las palabras que los definen... y me quedo corta.
Quisiera precisar que viajamos bastante y no nos conformamos fácilmente. Y ambos estamos de acuerdo en que nunca habíamos sido atendidos tan bien, en ninguna ciudad ni en ningún país.
Enhorabuena a todos los trabajadores del hotel, que hacen que uno se sienta bienvenido en Palma de Mallorca.
Gracias, gracias, gracias. Y un gran abrazo.