Reserve para cenar y mi sorpresa fue que reservé para las 19:45 y a las 20:10 ya habían cerrado la cocina sin avisarnos previamente. Para terminar decidimos pedir dos cócteles siendo las 21:30 y a los 5’ nos dice uno de los camareros que cierran en 10’, a los cinco minutos vuelve otro diferente y nos dice que nos lo podemos tomar tranquilamente, pero a los 2 minutos vuelve a venir ptro y nos dice que nos tenemos que ir. No se ponen de acuerdo entre ellos y deberían avisar con antelación cuando haces la reserva. Pésimo, no volveremos ni lo recomendamos.

Reservamos una mesa para 6 y cuando llegamos no había sitio, por lo que nos mandaron a la terraza, sin cubrir mientras llovía. Posteriormente nos ofrecieron sitio en otro bar del mismo grupo donde el personal estaba aún preparando la apertura. 10 minutos después de ofrecernos y cobrarnos la segunda copa, nos dijeron que la mesa estaba reservada y nos dieron 5 minutos para irnos.

Una vergüenza.

No volveremos.

Si les digo que es la tercera vez que voy, ya les doy una pista.
Me parece todo un descubrimiento de atención, decoración y por supuesto, de comida.
No me atrevo a describir platos porque todos tienen su personalidad. Si he repetido las tres veces el sandwich cubano y por supuestísimo, la tarta de queso !!!!

Fuimos un grupo de amigas a celebrar el cumpleaños de una de nosotras. Cenamos muy bien. Es recomendable pedir más entrantes y uno o dos segundos para compartir. Cenamos con mantel y con servilleta de tela. El servicio muy bien gracias al camarero que nos atendió que estuvo muy pendiente de nosotras (venezolano, creo recordar que se llamaba Willy), además nos guió y aconsejo Sobre los platos a escoger. Todos los platos tienen un ligero toque picante, nada exagerado. La carne estaba deliciosa, el pescado nada destacable.

Reservamos mesa con 15 días de antelación, llegamos a la puerta y nos dijeron que no teníamos reserva. Nos trataron fatal y parecía que nos estaban haciendo un favor cuando eran las 18 de la tarde de un sábado de Covid en Madrid y estaban dejando a 12 personas tiradas. Una vergüenza. Concretamente el hombre de la puerta fue un prepotente