He decidido subir al salón de la primera planta para conocerlo, ya que nunca lo había utilizado, sólo me llevaba la bollería a casa. He de decir que el servicio es muy mejorable. Estando dos camareros en la sala, en un momento que estaría al 50% de ocupación, tras esperar 10 minutos a que me atendieran o al menos dieran las buenas tardes, he decidido irme. Servicio nada acorde al nombre de la casa.

De vez en cuando me gusta acercarme a Sol a tomar ó llevarme unas napolitanas y alguna tarta. Qué sorpresa hoy cuando al ir a pagar me doy cuenta de que han subido los precios de la tarta de trufa UN 10 % CON LA QUE ESTA CAYENDO. Me dicen que ha subido todo, digo que si, sobre todo los salarios del personal y los proveedores a ellos. En fin, tomo nota, me parece que habrá que cambiar, luego quieren que se apoye a la hostelería....

Tradicionalmente compro el Roscón de Reyes en la Mallorquina, ya que mi padre fue encargado de este establecimiento. Pero desde hace unos años el roscón cada vez es de peor calidad: muy tostado y muy seco, creo que este es el último año que lo compro en la Mallorquina ya que para mí la calidad de un buen roscón puede más que la tradición. No se puede vivir del nombre sin aportar la calidad de antaño. Es una lástima que no haya profesionales que estén a la altura del Señor Escribano . Si verdaderamente les importa el prestigio de este establecimiento cuiden su legado.

Cuando era pequeño no recuerdo unas Navidades sin una anguila de mazapán pues era el dulce navideño favorito de mis abuelos. Cuando ellos faltaron se dejó de traer y se perdió la costumbre. Este año al pasar por el escaparate de la Mallorquina la vi y tuve la tentación de viejos recuerdos. Ha sido una de las decisiones mas acertadas de estas Navidades tan raras que hemos tenido. La anguila estaba buenísima y me recordó aquellas que tomaba cuando era pequeño. Vale la pena darte este capricho navideño y mi enhorabuena al local.

Desde que éramos niños recordábamos que tenían unas napolitanas de crema deliciosas. Por este motivo, quisimos compartirlo con nuestra hija, Hemos probado las napolitanas de chocolate, napolitanas de crema y palmeras y siguen siendo estupendas. Hemos descubierto que tiene un salón arriba donde se sirven desayunos y meriendas. Entre el bullicio del centro de Madrid en Navidad, nos ha encantado tomarnos unos dulces y un café. A veces hay mucha cola para poder entrar, aunque en nuestro caso solo esperamos algunos minutos. No puedo juzgar otros productos, pero me parece una pastelería clásica muy agradable para merendar.