El hotel es moderno sin perder el toque señorial y de categoría, ubicado a 50 m de la bella estación de Via Toledo, muy cerca para recorrer la zona céntrica de Nápoles y el Lungomare. El staff de excelencia, nos ayudaron con un problema personal que tuvimos en nuestra llegada y su trato fue por demás amable, cálido y profesional. Destacamos a Valentina y Marco, así como a Ciro y Mimmo, que hicieron de nuestra estadía de 3 noches realmente inolvidable. El desayuno de mucha calidad, con opciones para todas las restricciones alimenticias y una vista imponente de la ciudad y el Vesubio. Cenamos en el restaurant del hotel y visitamos el bar donde el personal, Paola y Fulvio, una vez más, fue excepcional. Menu con opciones de pasta, pescado y mariscos de calidad. Sin duda alguna volveremos a elegirlos para un futuro viaje a Nápoles.