A 2 cuadras cortas de la Plaza Garibaldi y con un cartel luminoso que permite verlo desde lejos, este hotel tiene una excelente ubicación para recorrer el centro histórico a pie. En nuestro caso llegamos en tren a Nápoles Central, pasamos por el Burger King que está en la estación a almorzar y de ahí fuimos caminando en 5 minutos al hotel.
La habitación que nos tocó era bastante chica. Una cama, 2 pequeñas repisas a ambos lados de la cama, un placard, un escritorio largo, una silla, un banquito y un banco para la valija. Me faltó espacio para apoyar cosas y para movernos. Pero todo estaba limpio y el agua de la ducha bien caliente.
Lo que no me gustó fue que el primer día se terminó el gel de ducha que está fijo a la pared y no lo repusieron. Al segundo día de no tener jabón fui a pedir y me trajeron uno, pero en 2 días la persona de la limpieza debió haber revisado que no había. Otra cosa que se extraña mucho es no tener una heladerita en la habitación. Es importante poder colocar una bebida fría en la heladera para tomar algún medicamento o simplemente para cuando tenemos sed.
La vista de la ventana era hacia las vías del tren pero casi no se escuchaba ningún ruido y se podía dormir bien.
El desayuno incluye facturas, panes, mermeladas, fiambres, huevos duros, cereales, frutas,...A 2 cuadras cortas de la Plaza Garibaldi y con un cartel luminoso que permite verlo desde lejos, este hotel tiene una excelente ubicación para recorrer el centro histórico a pie. En nuestro caso llegamos en tren a Nápoles Central, pasamos por el Burger King que está en la estación a almorzar y de ahí fuimos caminando en 5 minutos al hotel.
La habitación que nos tocó era bastante chica. Una cama, 2 pequeñas repisas a ambos lados de la cama, un placard, un escritorio largo, una silla, un banquito y un banco para la valija. Me faltó espacio para apoyar cosas y para movernos. Pero todo estaba limpio y el agua de la ducha bien caliente.
Lo que no me gustó fue que el primer día se terminó el gel de ducha que está fijo a la pared y no lo repusieron. Al segundo día de no tener jabón fui a pedir y me trajeron uno, pero en 2 días la persona de la limpieza debió haber revisado que no había. Otra cosa que se extraña mucho es no tener una heladerita en la habitación. Es importante poder colocar una bebida fría en la heladera para tomar algún medicamento o simplemente para cuando tenemos sed.
La vista de la ventana era hacia las vías del tren pero casi no se escuchaba ningún ruido y se podía dormir bien.
El desayuno incluye facturas, panes, mermeladas, fiambres, huevos duros, cereales, frutas, jugos y máquinas de café. No hay comidas calientes pero es bastante completo.
El wifi está incluido y tiene buena señal, solo que todos los días hay que volver a pedir un nuevo código.
En recepción las chicas son muy amables y por lo menos 2 con las que conversé hablaban bien español y se preocuparon por darme toda la información que les pedí. Se agradece la gentileza que ayuda mucho cuando uno viaja por primera vez a una ciudad.
El último día salíamos antes de la hora del desayuno y me dijeron que me darían una bolsa con el desayuno para llevar. Esperaba un par de facturas y un sándwich de jamón y queso con una botella de agua para llevar y comer en el tren, pero solo nos dieron un yogur y una manzana. Me pareció muy pobre para un desayuno que uno tiene pagado.
Salvo algunos detalles me pareció un buen hotel para alojarse, especialmente cuando uno llega y se va en tren como nosotros. La zona es un poco sucia pero no sentimos sensación de inseguridad, al menos durante el día. Lo mas tarde que volvimos al hotel fue a las 9 de la noche y estaba todo tranquilo.Más
Mostrar menos