Nuestra estancia fue un verdadero placer, el lugar es hermoso, las habitaciones son muy cómodas y lujosas, la vista desde mi balcón a los viñedos y las montañas nevadas es un paisaje de ensueño y el SPA y la comida son simplemente una verdadera delicia.
Además de lo hermoso del lugar, sus jardines y diversas áreas, todo el personal es extremadamente amable y hospitalario. Se siente como se esmeran para que uno disfrute al máximo tanto su estancia como los deliciosos alimentos. Por cierto Michelle realmente hace los mejores capuchinos de Italia, también la carne tártara es la más suculenta que he degustado.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis