Pasamos dos noches en este hotel.
Precisamos de la habitación adaptada para personas con movilidad reducida. Dicha habitación tiene dos baños y al hacer el check in nos acompañaron a la habitación para abrir con llave el baño adaptado, por lo que imaginamos que lo mantienen cerrado por lo general si no se precisa. Ello parece conllevar un mantenimiento deficiente de éste, pues no funcionaba la cisterna. Una vez comunicada la incidencia fue "reparada", esto es, debía apretarse durante más de 30 segundos el botón con muchísima fuerza. Esto para una persona con discapacidad no es fácil. En un 4 estrellas estas situaciones no deberían producirse. No obstante, por lo demás, la adaptación es buena.
La limpieza de la habitación es mejorable, encontramos pelos "ajenos" en varios puntos.
El desayuno nos pareció muy pobre: huevos revueltos, salchichas y bacon escasos, pasados y fríos, poca variedad y calidad de los embutidos, fruta sin cortar, bollería industrial.
El edificio es bonito y la situación es perfecta.
El servicio normal.
Nos pareció caro a 176€ la habitación doble (adaptada) más sencilla más 18€/día parking.
Si volviéramos a Palermo probaríamos otro hotel.