Inmejorable emplazamiento en Palermo, junto a una via peatonal y con vistas al Teatro Massimo.
El personal amable y atento, te manejas bien con ellos en Inglés, o si lo chapurreas en "Spanglish". En concreto la Srta. Francesca nos atendió de forma excelente con un gran dominio del español.
Buenos desayunos con café expresso y bollería; también te ofrecen salado, pero no lo probé.
Tienen un acuerdo con un parking cercano para dejarles el coche (creo que eran unos 13 eur./noche).
Pequeño Problema (con solución): cuando uno intenta llegar al hotel el primer día, se encuentra con que la calle está cortada, es peatonal. Te enfrentas a la situación de buscar un aparcamiento provisional en una ciudad bulliciosa, (tarea plomiza cuando llevas un vuelo a tus espaldas) el tiempo necesario para ir al hotel, y preguntar dónde está el Parking concertado. Para ahorraros este trámite intermedio, os recomiendo que antes volar localicéis la dirección concreta del Parking concertado (Es Via Pignatelli Aragona, no recuerdo el número) y os dirijáis desde el Aeropuero directamente allí en lugar del Hotel.
En el Parking (en éste, y todos los de Palermo) se quedan con las llaves. Si no estás acostumbrado genera desconfianza, pero mi experiencia al respecto fue buena.

Muy buen hotel en una excelente ubicación, frente al Teatro Massimo. Los fines de semana, la calle se hace peatonal. Desde ahí, se llega caminando a todos los puntos de interés de Palermo. La habitación es muy buena pero nuestro baño tenía algún problema de cañería y había un poco de olor. Lo que tiene flojo es el desayuno: es abundante pero las croisant son de un tamaño enormemente desproporcionado y las tostadas son de paquete. Podés pedir jugos y fruta. Como el desayunador es chico, podés desayunar en la habitación sin cargo adicional. La atención es muy buena.