Desde el momento de la llegada al de la partida todo es placentero en este hotel. Lo basico: cama comoda, con colchon y almohadas de primera calidad, ducha perfecta, aire acondicionado silencioso y regulable a gusto del pasajero, limpieza impecable, silencio asegurado por aberturas con doble vidrio. Y lo que va mas alla: el servicio excelente brindado por Antonella y Paolo y el resto del staff, siempre con una sonrisa y la mejor predisposicon; decoracion con buen gusto y detalles simples pero muy simpaticos, como, por ejemplo, frigobar libre de cargos.
Todo es perfecto en Alma Hotel, se nota el entusiasmo y la alegria y se la pasa muy bien!