Cansados después de varios de viaje, llegamos a esta fabulosa casa de campo. Que alegría encontrar unas personas tan amables como Paolo y Caterina, que nos acogieron tan bien que nos hicieron sentir como si estuviéramos en casa. La habitación espaciosa, limpia y cómoda. El desayuno abundante y bueno. La conversación interesante y el trato fabuloso. Hemos prometido volver, cuando sea temporada de tomates, que queremos probar los que cultiva Paolo.
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
- Visitar el sitio web del hotel