Pequeño restaurante acogedor. Nos encontramos un trozo de plastico en la tosta de bacalao. Al decirlo, nos contestan inicialmente que seria una espina, pero era tan evidente que era plastico y no pequeño que conseguimos una disculpa. Punto.

Fuimos a comer dos personas.pedimos champiñones con alheira, pulpo al ajillo y chorizo. El,pulpo era de lata y nos sirvaieron una ración ínfima, menos de la mitad de la lata. Nos cobraron 9,5 euros. Lo mismo ocurrió con los champiñones y la alheira. El chorizo era de tamaño normal pero estaba pocho hecho. Pedimos dos copas de vino joven (4 euros), un agua de 50 cl, pan y dos cafés. Todo eso costó 39 euros. En cualquier otro lado, habría sido más barato y más abundante.
Un lugar que, pese a lo que dicen, es mejor evitar. Cerca hay muchos otros mejores y más baratos.

Buen sitio para tomar un buen vino y estupendas tapas
Precio aceptable. Su dueña, Cristina, un amor. Repetiremos sin duda.

Muy buena comida, excelente relación calidad/precio, un lugar oculto de las masas, donde lo mejor es sin duda el trato de la propietaria.
Remarcar las mermeladas de tres pimientos junto a la tabla de quesos.
Platos abundantes y deliciosos.
100% recomendable.

Con un trato con el público familiar y muy atento. Todos los productos son de primera calidad. Recomendar las tablas de queso con unas mermeladas caseras; a destacar la de calabaza y 3 pimientos, déjense recomendar por la camarera sus consejos son buenos y económicos.