Un sitio completamente acogedor, muy pequeño, pero bien distribuido, 3 plantas muy bien decoradas, aunque la primera un poco saturada a mi gusto.
La comida impresionante y muy buena calidad precio, sin mucha demora, platos abundantes y muy bien elaborados.
La atención muy buena y atenta, en personal realmente agradable, lo malo la temperatura del vino tinto, pero imagino que al poseer tan poco espacio es imposible remediarlo poniendo una cava, pero al momento nos han traído un enfriador.
IMPORTANTE si desean comer en el segundo piso al estilo tailandes, es recomendable llamar un mínimo de 10 días antes debido a la gran demanda, esto no lo sabia y nos hemos quedado con las ganas